Serbia y España en cuartos de final

En partidos muy parejos y emotivos, Serbia y España consiguieron el pasaje a los cuartos de final derrotando a Croacia y Grecia respectivamente.

Croacia casi sorprende


En un encuentro más disputado de lo que se esperaba, Serbia derrotó 73 a 72 a Croacia y así ganó el duelo de selecciones ex Yugoslavia. Los medios serbios tildaban el partido como una "guerra", y las tantas alternativas, los nervios y las tensiones, hicieron que no se encontraran tan equivocados.

Pese al 5 a 0 inicial que Serbia le endosó a Croacia, lo cierto es que los serbios acusaron ciertos problemas en ataque debido a la falta de puntería, mientras que los croatas estuvieron mejor en defensa y corrieron el campo en busca de canastas fáciles. Un punto clave del partido, y lo que le permitió a Croacia llevarse el primer parcial por 27 a 19, fue la afixiante defensa sobre el base serbio Milos Teodosic, uno de los mejores de europa.

Con mayoría de suplentes, Serbia mejoró notoriamente su juego y a los dos minutos del segundo período ya acechaba 25-27. A los seis lograba el empate en el marcador, 29-29, tras un parcial de 10-2 ante una Croacia que parecía no reaccionar. De ahí en adelante, el resto de la primera mitad y el tercer cuarto fue conversión contra conversión, para iniciar el último período con el marcador 54 a 50 a favor de Serbia.

Con el partido abierto para los diez minutos finales, llegaron los nervios, la presión, las pérdidas de balón y los fallos. Cada pelota valía oro y los jugadores de los dos equipos eran conscientes de eso.

Serbia dio el primer paso al mostrarse más dispuesto a atacar y colocando una zona muy abierta, que era precedida por una presión a cancha completa después de coseguir anotar. Croacia volvió a perder el paso, pero lo recuperó para llegar al último minuto con solo dos puntos de desventaja, 67-65, y con uno, 68-67, a falta de 24 segundos.

A esas alturas los croatas contaban con un sólo jugador certero, Marko Popovic, quien llegando desde la banca encestó 21 puntos con 5/12 TC y 8/10 TL.

Un fallo serbio permitió recuperar el balón a Croacia y empatar, tras anotar un sólo tiro libre tras personal, 70-70, a falta de 11.6 segundos. Todavía hubo dos canastas más, una para cada equipo y seis segundos para terminar el partido. Rasic, uno de los jugadores más veteranos que tiene Serbia con 26 años, asumió la responsabilidad, aguantó el balón y le hicieron personal a falta de un segundo. Anotó el primer tiro y falló adrede el segundo. Serbia ya estaba en cuartos de final.

Justicia moral

Después de lo que hizo Grecia el jueves ante Rusia (perder adrede para evitar a España, que por cierto le salió el tiro por la culata), mucha gente que a priori era imparcial, se puso contenta con la victoria de los españoles.

El 80 a 72 final se debe prácticamente a lo sucedido en el último período y a una defensa zonal que los griegos no pudieron descifrar.

Desde el arranque, los dirigidos por Sergio Scariollo demostraron que no están lejos del rendimiento de años anteriores y que son serios candidatos a quedarse con el Mundial.

En un estadio llenó como pocas veces en el torneo, se sentía en el ambiente una sensación de básquet en estado puro. Un inicio frenético por ambos equipos, garantizaba a los 9000 espectadores una tarde repleta de emoción e intensidad. Ni Grecia ni España defraudaron.

Los griegos empezaron con lo que mejor saben hacer. Vassilis Spanoulis, Dimitris Diamantidis y Nikos Zisis lastimaron a sus rivales con continuas penetraciones que siempre resultaron efectivas, ayudadas por el desconcierto defensivo español. Grecia se adelantó en el marcador 19-17 gracias a ese juego fluido, pero la entrada de la segunda unidad de Scariolo, tan discutida en los últimos días, dio un pequeño vuelco al marcador. 22-19 a favor de España al finalizar el primer cuarto.

En el segundo período apareció Fran Vazquez como nunca se lo había visto en la fase de grupos. El gallego sumó 4 puntos y 3 rebotes durante el escaso tiempo que permaneció en pista. Aunque lo más importante, es el espíritu que contagia. Ha aumentado su nivel particular de intensidad y sus compañeros lo notan, hasta el punto de que se le echa en falta cuando no está. Si continúa jugando a este nivel, el entrenador deberá considerar la chance de darle más minutos.

Gracias a los suplentes, España estiró la diferencia (28-21). Pero Zisis se encargó de volver a emparejar el marcador situandoló en 28-27. Scariolo reaccionó con un tiempo muerto que cortó la proyección griega y que los suyos aprovecharon para escaparse de nuevo, e ir al descanzo en ventaja 37 a 31 .

Todo lo que sucedió a la vuelta de vestuarios justificó el pago de una entrada o la atención ante el televisor de casa.

Los griegos arrancaron la segunda mitad con un parcial de 7-0 gracias a aciertos desde la tercera dimensión (en la primera parte sólo había intentado tres y con sin éxito). Scariolo tuvo que atender al herido y el tratamiento fue efectivo (41-38). En este punto fue Jonas Kazlauskas quien optó por parar el juego. Los suyos volvieron a hacer gala de una gran puntería poniendose al frente 51 a 45.

En ese momento apareció la España que estaba escondida y no veíamos hace tiempo. Su seleccionador demostró además por qué ocupa ese puesto. Dispuso una zona como necesaria variante defensiva que ahogó a los griegos. Dio entrada a Vazquez y todo ello provocó que el marcador volcase hacia el otro lado y los españoles lideren 52-51.

Una gran defensa, un Juan Navarro encendido y un gran esfuerzo, hicieron que el último parcial fuera dominado por España, aunque no sin pasar algún que otro susto.

Ahora el miercoles se verán las caras españoles y serbios por los cuartos de final. Un partido que promete ser igual de peleado e intenso como lo fueron los dos de hoy.